Tormentas y tormentos.

Les ofrezco, como siempre, mis más
profundos delirios. Disfrútenlos... si pueden.

Utopías. Reflejos de imposibilidades.
Sonando lo imposible entre delirios mentales;
los sentidos cegados por sábanas blancas.
Sumergirse en un mar teñido por los
sumandos del ayer, el hoy y el mañana.

Locura desbordando por cada poro,
destellos irremediablemente evidentes.
Sudores fríos y calor helado; junto a
jaquecas ansiosas por volver a verte.

Oigo y me callo, me oyen y callan.
Las incoherencias humanas rondando
día y noche, noches y días por cada una
de las autopistas crónicas de le mente.

Derritiéndose las horas, fundiéndose los minutos.
Marcando a cada paso el vaivén de un reloj.
Pasos y pausas, pausas y pasos.
El tiempo que marca un compás sovoz.

Arropada por noches frías que van
de la mano de alientos sin luz.
Incontrolabes alaridos a pie de calle,
ahuyentan las bases de cualquier razón.